sábado, 14 de mayo de 2011

El fin del mundo y otras hierbas.

No es la primera vez en mi vida que paso por el trance del fin del mundo. Recuerdo que en 1996, algún rumor malsano aseguraba que todo terminaría el 6 de junio. Sí: el 06/06/06. Como no funcionó, los malditos agoreros del desastre me lo cambiaron para el 9 de septiembre de 1999 (o sea, la misma fecha al revés).

Desde luego que los blasones se los llevan el 2000 (en que se temía un fatal error de las máquinas que ya controlan nuestras vidas) y el 2012 del que los mayas no tienen la culpa. En 2000 (o mejor dicho, durante todo 1999), corrieron miles de disparatadas teorías y asociaciones de ideas descabelladas. No puedo olvidar entre todo lo informático que soy, la equiparación de las computadoras con "La Bestia" y a Bill Gates como la encarnación del anticristo.

Pero apenas esta semana me enteré que el Día del Juicio será en ¡menos de diez días!. Para ser exactos el  21 de mayo de 2011. Pero no nos alarmemos, que el Fin del Mundo será unos meses después, hasta el 21 de octubre (aunque francamente no creo que el tiempo entre una y otra fecha sean precisamente un "lecho de rosas"). A esta conclusión llegó un millonario gringo que no tiene nada que hacer y que se llama Harold Camping. Este señor, que maneja una cadena de más de 50 estaciones de radio en varios idiomas en los EE.UU. y un website, se da el tiempo de hacer diversos cálculos matemáticos basados en algunos fragmentos de la Biblia, con los que ha llegado a estas reveladoras conclusiones.

Sólo que Don Harold ignora, al igual que mucha gente, que nuestra medición del tiempo es arbitraria: cada civilización ha elegido su propia manera de organizarla y por tanto, hacer un ajuste de los meses y años bíblicos a los nuestros puede ser complicado y erróneo. Pero sobre todo, la predicción de este señor se basa en una alegoría bíblica que dice que "un día dura mil años". Y entonces se atreve a decir que "si el diluvio fue hace 3900 años, y el mundo dura 7 días, y ya pasaron 2000 desde..." Bla, bla, bla.

El señor es, sin duda, un fanático literalista de la Biblia. Si no he puesto aquí los links a su página para que se puedan reír por sí mismos, es porque además el tipo promueve la discriminación racial y sexual, asegurando que la culpa de todo es de los homosexuales y los judíos.

Un idiota pues.

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